miércoles, 31 de marzo de 2010

¿¿Y las lágrimas, y las cebollas??

Ayer desperté por la mañana e imagine algo que si lo hubiese hecho hace un tiempo atrás me habría causado gracia, pero en estas circunstancias se podría decir que todo es válido. Ideé un plan que parecía infalible para desahogarme. Me propuse llorar algo que no hago habitual mente…

¿Quién sabe por qué? Ni yo conozco la respuesta… por la tarde aún continuaba dando vueltas en mi cabeza la idea de llorar; pues los problemas en los últimos meses pareces estar aplastándome. El clima fiel a mi plan, soltó durante un buen rato una intensa lluvia, el cielo ennegrecido junto con el viento, me otorgaron la atmósfera perfecta para darme el lujo de deprimirme por un rato; recordé los problemas que me aquejaban y la falta de soluciones… para mi gran decepción, me di cuenta que llorar no es una tarea sencilla, probé con otro método, vi un vídeo, que por lo general hace llorar a cualquiera y apenas logró que se anudara la garganta… después de probar incansablemente durante varias horas, acabé dándome por vencida, no sin antes intentar algo completa mente descabellado; piqué cebollas, pero no me arrancaron ni una lágrima… muy decepcionada, me senté a reflexionar acerca de mi falta de llanto; cuando por fin después de estar mirando al techo encontré que lo que necesitaba no era llorar, era simplemente estar en silencio… me dediqué el resto de la tarde y noche a deleitar a mis oídos con buena música, descargué la angustia de una forma simple… me paré frente al espejo y me dije “no tener por que saber las respuestas de todo” “y si no estás llorando es por qué no es el momento” me lavé la cara y asunto terminado.

Así concluyo mi experiencia… mi plan no dio el resultado que esperaba, pero a cambio obtuve una extraña conclusión y dos docenas de empanadas… porque algo tenía que hacer con tantas cebollas picadas… ¿no?

sábado, 20 de marzo de 2010

Un poquito de mi...


Mis sueños se vuelven humo mientras mi cuerpo se embriaga en la belleza de la fantasía; mis ojos se deleitan con imágenes anheladas… me esfuerzo, sobre las puntas de mis pies me estiro para alcanzar aquella etérea utopía, mis pies se tambalean sobre las nubes y las estrellas caen fugaces a mi alrededor, sueño despierta mientras garabateo sobre papel de arroz.